domingo, 6 de abril de 2014

Navalperal de Pinares me gusta!

Hoy voy a presentaros un pequeño pueblo de España a menos de 100 kilómetros de Madrid.
Se puede ir y volver en un día, por la A6 nos desviamos hacia El Escorial y después continuamos  hacia Avila.

Se llama Navalperal de Pinares, está en la provincia de Avila y cerquita de El Escorial, así que... porqué no darse una vuelta por ahí para disfrutar de maravillosos paisajes, de un ambiente espectacular los domingos, de fantásticas tapas en el bar Felipe, La Taberna de Raúl o Los Siete o un café sentados al sol en la plaza Mayor en La Parra.


Paisajes infinitos
Recorrer este pueblo es recorrer una España que ya estamos olvidando. La de nuestros veraneos de la infancia, tres meses sagrados para correr, llenarnos de polvo, dormir la siesta en casas frescas cuando fuera hacía un calor abrasador, pasar horas en las fiestas de verano bailando y corriendo completamente libres y acostarnos tarde a pesar de ser niños. Jugar a la goma y a pisarnos las sombras. Encontrar luciérnagas. El olor de las noches y el olor de orégano y tomillo de las tardes de verano a veces casi axfisiante. La paja y la avena doradas al sol. Contar mariposas.

Escuchar el rumor de las hojas entre los chopos y alamedas. Nuestros primeros besos furtivos. Nuestros nombres grabados en corazones en un árbol.

Encontrar fuentes, como la maravillosa Fuente del Maestro, que en aquél momento me  parecía una caverna y había que bajar casi escalando sus muros de piedra a por el agua fresca.


Ir a por agua a las fuentes, algunas al final del verano ya no tenían agua. Jugar bajo la gigantesca morera de la calle y escuchar infinitas historias sentados en la calle mirando las estrellas. Que viene el Rinoooo..............!!! Y yo lo veía correr sobre los tejados hacia nosotros exhalando un vapor de verano hacia la luna....... Ni siquiera sabía lo que era un rinoceronte en ese momento.

Museo Etnográfico
Tardes eternas sentados en la estación. Ir a comer a la piscina para bañarnos poco porque el agua estaba helada....

Algunas noches subir la cuesta de la iglesia para ver a nuestros pies el pueblo pequeño y al fondo las cumbres oscuras de Gredos. El olor de las tormentas de verano.


Tumbarnos por la noche en Las Eras para contar estrellas. Se veía la Vía Láctea, lo llamábamos El Camino de Santiago, no sé porqué. Comer pipas.Pisarnos los pies y suspirar por nuestros primos más mayores.

Jugar al escondite con posibilidades infinitas, había un pueblo entero para esconderse... Sentirse perseguido por tus hermanas pequeñas, esas sombritas y ruiditos imposibles de dejar atrás. Carros en las calles, a veces vacas que venían corriendo, y poder visitar una fragua con su fuego, sus hornos, el olor a hierro fundido.


Si el mundo y el futuro eran tan excitantes como todo esto................. tenía que ser muy bueno.

Creo que todo esto vuelve a nosotros cuando recorremos estos pequeños pueblos llenos de encanto, de sensaciones, de aromas y emociones de nuestros recuerdos más lejanos.

 

Que visitar en Navalperal de Pinares?
Recorrer este pueblo tranquilo a pie es una delicia, sobre todo en verano.
No te pierdas el Museo Etnográfico El Lavadero, un antiguo lavadero público hoy dedicado a la exposición de antiguos objetos de la vida cotidiana y agrícola donados por los habitantes del pueblo.

También tiene una pequeña sala para exposiciones de artistas locales que te sorprenderá.

Y si quieres pasar una o dos noches te puedes quedar en la pensión La Parra, en plena Plaza Mayor.



El antiguo Estanco
Paisajes Infinitos