
Para algunos es la capital europea de las finanzas, sede del Banco Central Europeo, una ciudad de unos 700.000 habitantes y con una particular concentración de rascacielos, entre los que se encuentran los más altos de Europa.
Esto le confiere un peculiar y personal skyline conocido como el Frankfurter Skyline.
Los modernos rascacielos rodean preciosos edificios antiguos y algunas pocas manzanas que evocan la ciudad medieval centroeuropea, es el Sachsenhausen.

En Frankfurt se coronaba a los antiguos reyes y emperadores germanos y algunos de sus magníficos edificios que quedaron en ruinas fueron restaurados tras la destrucción que supuso la II Guerra Mundial.
¿Qué hacer en Frankfurt? De todo.

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Es la cuna del Jazz en Alemania y una ciudad que bulle de animación esta mañana de domingo.
No perderse el Sachsenhausen, un barrio típico alemán que apenas fué bombardeado, ahora lleno con restaurantes y sidrerías tradicionales.
En la bonita iglesia Paulskirche se produce un hecho muy interesante, aquí es donde se inauguró el primer parlamento de la nación alemana.
Zeil, una de las calles comerciales más modernas de Alemania con preciosos escaparates y todos los comercios que te puedas imaginar.
¿Qué comer y beber en Frankfurt? Es muy famosa y especial la gastronomía alemana.


Me ha encantado y sorprendido un vino blanco de la región de Hesse, Riesling, típico en los restaurantes de Frankfurt. No sabía que en Alemania se hiciese vino!
Frankfurt, sorprende por su modernidad y por sus barrios antiguos, por las espectaculares vistas desde la Maintower y por su encantador ambiente.
Y, para terminar, dar las gracias al maravilloso fotógrafo que me ha regalado estas estupendas fotos. Gracias Edgar.
